domingo, 6 de marzo de 2011

no comprar

el blog de la Casanatural
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Frases para Pensar Fuera de la Caja

“Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo:
unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas
que tienen.” Eduardo Galeano
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LA FELICIDAD: no es necesario COMPRAR.

Buenas noticias para el planeta y su billetera.

Nuevas investigaciones demuestran que la ruta de acceso a una vida feliz, es a través de experiencias nuevas, más que la adquisición de más cosas. Contrariamente a lo que los ejecutivos de publicidad nos quieren hacer creer, un estudio realizado por la Universidad de Cornell, ha descubierto que las posesiones materiales nos traen la felicidad inicial, pero que esta emoción enseguida disminuye cuando descubrimos que un amigo o vecino tiene algo más nuevo, más brillante o más grande que lo que nosotros acabamos de comprar.

Invertir en nuevas experiencias como iniciar un jardín comunitario o ir al trabajo en bicicleta no llenan de satisfacción y elevan la autoestima. Nuestras experiencias se convierten en nuestros recuerdos y van dando forma a nuestro carácter. Los bienes materiales son diferentes, no son verdaderamente únicos para nosotros, sólo algo que se posee.

POR UNA SOCIEDAD JUSTA, SOLIDARIA Y ECOLÓGICA


Tras décadas de acumular evidencias científicas y denuncias por parte de las organizaciones ecologistas sobre los destrozos de la actividad humana sobre la naturaleza, el cambio climático ha saltado a los medios de comunicación de masas, como la principal amenaza de la humanidad.

No nos dejemos manipular.

Más allá del efecto invernadero y del cambio climático, a lo que nos enfrentamos es a una crisis ecológica global que se manifiesta en la destrucción masiva de los ecosistemas del planeta y la extensión de la pobreza y la injusticia.

Hablemos de pobreza e injusticia. Porque no queremos (ni podemos) hablar de problemas ecológicos sin entrar de lleno en los modelos de desarrollo humano.

Porque detrás de cada atentado ecológico hay un acto de injusticia contra la humanidad; detrás de cada situación de pobreza, un ecosistema degradado.Miremos para donde miremos, nos encontramos con una humanidad cada vez más alejada de la naturaleza, como si su tecnología pudiera sustituir al profundo entramado de la vida.

La dominación del hombre sobre el hombre, idea sobre la que se han construido todos los imperios de la historia,sigue la misma lógica que la dominación del hombre sobre la naturaleza. El reducir a personas, plantas, microorganismos, animales… a meras cosas que se pueden usar y tirar, la alienación de los individuos dentro de un sistema económico construido sobre principios contrarios a los ritmos de la vida, su reducción a meros “recursos”(humanos o naturales) para una máquina productiva al servicio de una minoría, son ideas que subyacen bajo las causas físicas de la devastación social y ecológica del planeta.

Pero no condenemos a toda la humanidad, no justifiquemos el engaño del “pecado original”. Los responsables son personas con nombre y apellidos, que escudados en instituciones políticas, económicas y sociales, sustentan el modelo global de dominación que hoy gobierna el mundo.

Asimismo, rechazamos la falsa dialéctica entre ecología y desarrollo económico a la que nos enfrentan los defensores de la economía de la globalización (aunque lo maquillen bajo el adjetivo de sostenible).

Trasladar a la opinión pública que hay que escoger entre ecología y creación de empleo, pone de manifiesto la capacidad de manipulación y la perversidad de todo este entramado que nos aboca al colapso ecológico.

La respuesta a la cuestión es clara: si el sistema nos obliga a escoger, el problema es el sistema.

Frente a todo esto, no basta la denuncia y la palabrería grandilocuente.

Es necesario actuar desde nuestra condición de ciudadanos y expresar nuestra propia voluntad de cambiar el rumbo de esta historia. Reciclar, ser austeros, consumir productos ecológicos, practicar la solidaridad, reivindicar y ejercitar la democracia directa, apoyar el comercio justo, defender lo público…., son todas ellas acciones positivas que podemos realizar de manera personal o colectiva, y que constituyen una forma de pedagogía, de aprendizaje personal necesario para acometer la transformación hacia una sociedad ecológica.

Ahora es el momento de afrontar la crisis ecológica y la desnaturalización de la humanidad, reivindicando nuestro derecho a la utopía en una humanidad que quiere recuperar su sentido ecológico y espiritual.

Así, nuestro compromiso de construir una sociedad, justa, solidaria y ecológica, de ciudadanos y ciudadanas habitantes en un planeta rebosante de vida será, sin duda, el legado más bello que dejaremos al futuro.

educación social, un derecho y un criterio