jueves, 11 de noviembre de 2010
los bebés no son conejillos de indias
Cuando veo el trabajo de Watson con Albert, me pregunto por el recuerdo que le pudo quedar al pequeño de todo aquello, y , sobre todo, si a Watson en algún momento le preocupó. Hoy en día no se podría realizar algo así, sin medir la secuela emocional y la impronta que dejaba en el niño, en algo hemos avanzado... ya sólo nos queda pensar si todo la tecnología de móviles , vídeojuegos y demás tenga consecuencias a largo plazo. Quizá sí, pero el avance de las Tic, y la presión social que consume esa tecnología como paradigma del poder económico, al que los niños se apuntan porque es más popular en clase el que tiene todo, no nos dejan tiempo para reflexionar. Caemos en el regalo de aquello que no sabemos aún cómo funciona, o las implicaciones sobre lo que más queremos.
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